Del otro lado del teléfono, suena la voz de un hombre joven, activo y sencillo. Atiende contento, se lo escucha preparado y ansioso de poder ayudar.

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Nazareno La Gamba es oriundo de Moreno, militante del Frente Renovador y hoy, trabaja como Coordinador de #LaRenovadora [mb1] de la Provincia de Buenos Aires, un espacio nacional de jóvenes militantes sociales, barriales, universitarios y sindicales que trabaja en la agenda social del Frente Renovador.

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Cuenta que, tras la publicación el 27 de abril del Mapa de Arsénico del ITBA en asociación con la ONG Nutrired, algo había que hacer. Por eso, armaron una mesa de trabajo con los vecinos para conocer el estado real del problema.

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¿Cuál es el estado actual del agua en Moreno?  Hace silencio y dice[mb3] : “Si tomamos los datos del ITBA, el agua de Moreno hoy es intomable.” ¿Hay otros datos? “Todavía no, tomaros 5 muestra de agua de Moreno y las estamos analizando”

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Se lo escucha por el teléfono ansioso por explicar más. Continúa hablando. Cuenta que tuvo dos encuentros con Jorge, director de la carrera de Ingeniería Química del ITBA y autor principal del informe, quién le comentó que el mapeo surge de una sola muestra en Álvarez, por lo que no es definitivo. Por las características de la contaminación, puede ser que un vecino tenga sus aguas contaminadas pero el de enfrente no.

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Pero va más allá. Explica que el problema excede la contaminación de las aguas con arsénico. Hay una “ausencia total de marco regulatorio en el municipio. Si yo hago un pozo nadie me controla. La provisión de agua saludable es un derecho humano, protegido por la ONU y en la Constitución Nacional. ¿Quién garantiza hoy que ese derecho? Nadie. No hay programa de ningún tipo.”  Explica que por ejemplo un pozo de agua no debería jamás estar cerca de un pozo ciego, pero nadie lo regula. No está legislado el tema de las perforaciones de los pozos. No hay regulación de ningún tipo” Además agrega que el gran problema de Moreno es toda agua de pozo.

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Cuando se le pregunta por la planta de extracción de Nestlé, no titubea. Explica que, tuvieron varias reuniones con la compañía y trata el agua y la deja con cero minerales. “Hace un proceso que se llama Ósmosis Invertida y la vuelven a mineralizar. Su agua no está en discusión.” Pero hace una salvedad. Desde el gobierno se estima que Nestlé extrae del acuífero 1.000.000 de litros por día pero que como no existe regulación sobre el agua, la cifra es meramente declarativa. No se sabe si extraen más porque nadie los controlada.

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¿Qué pasa con AYSA? ¿Tiene alguna responsabilidad? “AYSA tiene problemas en todos los municipios. Lo que pueden es facilitar es una planta de tratamiento y proveer de servicio. Muchos municipios están en litigación con AYSA por la calidad del servicio y del agua.

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Volviendo al tema del arsénico se le pregunta por los responsables y por los pasos a seguir.

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La respuesta fue contundente: “Hace 5 años, cuándo se modificó el Código Alimentario Argentino, se obligó a la provincia a realizar un estudio, pero nunca se hizo. No pareciera haber una política pública para solucionar el problema. No hay ningún organismo público encargado. Ni en la esfera provincial, municipal y La Nación no hay una solución.” Indignado, agrega “La Dirección Nacional de Escuelas no tiene ningún programa y los niños toman agua de los tanques. No hay provisión de agua mineral. Toman agua sin control.”

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¿Y qué pasa con el municipio? ¿No hace estudios? “Bromatología del municipio lo único que puede hacer son las muestras para habilitar negocios. No dispone de la tecnología. Es tarea del gobierno de provincia y la nación para ejecutar obras públicas.”

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Hace silencio. Hace una hora que está explicando diversos aspectos del problema, pero todavía no había tocado un punto fundamental. ¿Qué pasa con la salud? ¿Hay casos de enfermo de HACRE en Moreno? “El arsénico te mata lentamente y los síntomas del HACRE, se puede confundir con cualquier otro cuadro normal de diarrea o contaminación. Igualmente, todavía no hay casos, pero tampoco se conocen estudios ni estadísticas”

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La entrevista llega a su fin. Queda un sabor amargo, un dejo de abandono por parte del gobierno. No hay soluciones en la mesa, no hay proyecto a corto plazo, no existe la respuesta del estado, sólo la acción aislada de personas como Nazareno.

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